lunes, 3 de agosto de 2009

Los sonidos tiñen el aire


La morsa está agazapada. Apoya su oído contra las muros de la ciudad, para escuchar lo que
está pasando del otro lado. Los sonidos tiñen el aire, se unen, se encuentran en la confluencia
de mágicas coordenadas. Surge la música. Varias almas han acompañado este viaje, pulsando
las graves notas que dan firmeza y sentido a la fórmula secreta. Hoy está Diego, conectando
con los tres viejos ermitaños de siempre, acompañando y enriqueciendo la magia como si
hubiera nacido en ella, como si hubiera nacido de ella. Las canciones se están inventando a sí
mismas. En pocos días, todo el proceso se convertirá en un nuevo disco, una estrella más en la
galaxia de sonidos que existe en el universo.